lunes, 2 de enero de 2017

Reflexión 2016...

Aveces ciertos problemas hacen que nuestra paz o nuestra actitud cambie radicalmente a un ser que no somos, a un ser que odiamos.

Tengamos en cuenta que los problemas nos llegan a afectar según lo que nosotros los dejemos, pero es que a veces no se puede detener, a veces somos tan débiles y tan frágiles, llega un golpe justo a ese punto débil que te hace doblarte.

Tantos cambios, tantos planes, tantas cosas por hacer, tantas cosas por cumplir, tantas cosas que volver realidad. Pero siempre ha de haber esa temporada, o esa época en la cual, las lagrimas caigan en los mares de sentimientos y lo vuelva todo una tormenta, una tormenta la cual lastima a el ser que más amas.

Pero ahí, ahí te das cuenta que esos errores que estás cometiendo, debes cambiarlos, debes volver a ser una persona como la que eras, como la persona fuerte que eras siempre. A veces solamente necesitamos un abrazo, unas palabras que nos digan que todo va a estar bien, y que todo lo que vayamos a hacer se va a cumplir, pero de a poco, aunque esas palabras no estén en el corazón familiar, siempre llegan de esa persona que te da la mano sin querer nada a cambio, simplemente porque te ama, y realmente te necesita a su lado, y te necesita bien, ahí es donde te das cuenta que necesitas cambiar eso que estás haciendo mal, y estar bien para traer bien.

Solamente es dejarte llevar por la locura, y saber en que momento detenerte.




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