jueves, 21 de julio de 2022

El Bosque - Historias Cortas


 ... Él tomo mi mano, parecía que quería que estuviéramos solos y poder hablar, pero dentro de mi corazón en verdad quería que pasará algo más que solo "hablar"; mi corazón latía muy rápido, con cada paso que dábamos hacía lo desconocido, sentía enchinar mi piel. 

Nos fuimos alejando de la gente, y me pareció raro que me tomará de la mano frente a los demás, cuando solo había indiferencia de su parte hacía mí cuando otros ojos nos miraban. Él iba con la mirada altiva y con seriedad caminando hacía la espesura del bosque, ¿Cómo era? Verde, con árboles gigantescos, y al fondo unas cabañas, al parecer era como un centro de vacaciones, con un edificio en medio de esas cabañas tan blancas, con sus techos color marrón y tablones atravesados entre sus paredes. 

A lo lejos una persona me alcanzó a divisar, levanto su mano y la agito para saludar, yo le contesté el saludo y muy serio me dijo que no contestará más. Seguimos caminando por un caminillo gris, cuesta abajo entre pequeños montones de tierra cubierta de pasto, todo era tan verde, ¡hasta que de repente! venía una persona que nos conocía a ambos, rápido nos salimos del camino y nos metimos entre dos cabañas, pasándonos hacía atrás. "Te dije que era muy peligroso" él solo sonrío y me tomo de la barbilla dándome un beso en la frente soltando mi mano, camino hacia el frente para salir de detrás de la cabaña y haciéndome una seña, me dijo que fuera hacía él. 

Volví a tomar su mano, su mano cubría la mía, parecía un cobijo. Llegamos al edificio, había una persona ahí, vigilando la entrada de ese lugar (parecía muy exclusivo), pero seguimos caminando, dijo "buenas" y entramos, el lugar era brillante, con luces y azulejos en el piso que reflejaban los techos, caminamos y entramos a un elevador, sin voltear a verme pero sin dejar de tomar mi mano "casi llegamos" exclamó. 

Salimos y entramos a una habitación con una pared de cristal y su puerta del mismo material, la habitación era rectangular, con los otros tres lados con cortinas gruesas cubriéndolo, entramos y abrio las cortinas del espacio más amplio y estaba un auditorio, grande, con butacas cubiertas y un escenario semicircular de color beige, todo era tan luminoso y bello, con muchísimas luces. Me volvió a tomar de la mano, y me llevo hacía allá. Sonrío, y de repente, parecía que nos había descubierto, unos hombres lo comenzaron a sacar, y a mí me invitaron a salir, comenzamos a caminar de regreso hacia afuera, él iba hablando con ellos, y volteo a verme "tengo que irme, pero estaremos bien", y se fue, yo me quede sola, en medio de ese bosque inmenso con árboles gigantescos.

A pesar de que no hablamos, lo sentía tan cerca de mí, lo sentía con ese cariño que no me mostraba, no sabría explicar mis sentimientos, pero, yo sabía que me hacía falta, y eso me confía y me dejaba en el vacío existencial, de saber, si realmente sentía algo más por él, o solo era mi imaginación...

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