lunes, 5 de septiembre de 2022

Una carta...

Querido Jose:

Siento mi corazón latir a mil por hora cada que te veo, aunque tu mirada sea de indiferencia, aunque no me volteees a ver, mi corazón es traicionero y late más rápido por ti.

Mi mente me engaña con falsos cuentos en mi cabeza, imaginando que tu me amas cuando yo sé que no es así. Hay algo de mi mundo que siempre es de mi para ti, aunque te ausentes de mi mundo, aunque me veas con indiferencia, aunque me mantengas alejada de ti. Me mantengo conectada a tus deseos y a tus gustos, llevandote la contraria en cosas pequeñas para que notes que me revele; pero sigo consiguiendo solo eso, indiferencia.

No sé porqué te volviste una parte tan fundamental de mi vida, una parte la cual no quiero que deje de latir, parece como que tengo un pequeño corazon dentro del mío imagunando que late cada que tu lo deseas, cada que tu me volteas a ver y me llegas a regalar una sonrisa, una mirada que me haga sentir que vuelvo a vivir.

El deseo es grande, el deseo es que me llegues a ver con amor, como yo te veo a ti. Que me tomes en tus brazos y vuelvas a envolverme en ese abrazo en el cual todo un universo cabe, donde la poesía y el romanticismo son parte de ese cielo estrellado en el que una constelación dibuja con luz un "te quiero", un te quiero que quiere salir de mis labios cada que me voy de tu lado y puedo darte un beso. 

No te imaginas las miles de ilusiones que me hago al pensar que puedo tener un bonito sueño de amor contigo, además imaginarme que tu me correspondes como yo a ti, fiandome de mis presentimientos, donde me dicen "si te quiero", pero no lo dices tú.

Soy tan simple que tal vez nunca quise sacar mis sentimientos a la luz, y decirte "si te quiero", pero, como lo hacía. Tu forma de pensar y las circunstancias, me lo impedian, ahora, no sé si lo que me lo impida sea tu corazón.

Deseo con el alma que cuando apareces en mis sueños, sea tu alma que me viene a ver y a decirme que me quiere, que desea caminar su vida conmigo, como una amiga y una dulce compañera.

Pero Jose, yo sé que son sueños en sacos vacios, donde las ilusiones son solo mías, y mi corazón, aunque tu no lo sepas, es tuyo.

A lo que me dijiste aquella tarde Jose, en la que ibamos caminado juntos observando el atardecer, cuando me dijiste "no creo que tu seas el amor de mi vida"... yo deseaba decirte que si esperaba serlo, que si deseaba serlo, y que me dieras la oportunidad de demostrar que si lo era... ojalá lo pienses aún.

Espero no haber sido imprudente en tu vida, y ojalá no quede solo como un recuerdo los besos inocentes que llegue a soñar con darte en los labios... Cuidate.

Atentamente:

Josephine

 


 

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