Sus manos, llenas de dulzura
Sus piel, herida sepulcral
Sus ojos, llenos de ternura
Cenizas de un dolor
Cascabeles susurrantes de un perdón
Magia entre las sombras
Vida marcada en el blendon
Caí rendida, caí ante sus pies
Caí en el roce de su piel
En el dulce aroma de su esencia
Caí ahí, como fiel abeja ante la miel
Sus abrazos sinceros
Sus besos llenos de amor
Una pasión desbordada
Un deseo abrazador
Caí, en la dulce magia
Fantaseando con su amor
Rogando a los cielos
Una oportunidad para mí corazón
Mírame, no solo soy el deseo
La carne deseable para el hambre sensual
Soy una simple mortal
Un corazón que te podría llegar a amar
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