lunes, 4 de mayo de 2015

Séptima entrada



Cuando amas mucho a una persona, no llegas a medir lo que puedes o no puedes hacer, no te llega a importar nada o no tienes miedo... Pero que pasa si esa persona a la que amas con toda tu alma no está contigo, cuando le necesitas a tu lado y ésa persona no está.

Cuando te mueres de ganas por abrazarlo, por besarlo, por tocar su piel, mirar sus ojos, de ver el mundo a su lado, de caminar con él por la calle, de jugar, de que se enojé y tratarlo de contentar con un beso, cuando solamente quieres que el roce de tus manos toque tu rostro, y lentamente tomarla entre las tuyas y besarle, besar sus labios, beber de ellos como si fuese un oasis en medio del desierto, entrar en sus brazos y sujetarte fuerte de su cuerpo, como si tuvieras miedo de irte de su lado, y lo tienes, tienes miedo, tienes miedo de alejarte, tienes miedo de que tu felicidad terminé.

Cuando por las noches una y otra vez, sueñas y te imaginas el primer encuentro, donde no sabes que pasará, solo sabes, que serás muy feliz, porqué sentirás su calor a tu lado...

Cuando sabes que la pasión de tus ojos, le sabrá leer, cada centímetro de tu piel con los vellos erizados, para sentir ése deseo...

Cuando solamente quieres seguir sintiendo ese amor, esa ternura, esa seguridad, esa fuerza... todo eso que te ayuda a construir su amor.




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