"Abran las
puertas" gritó el guardia de la entrada, mientras Kyoko caminaba a un
lado de Uruha con sus doncellas atrás de ella, Uruha solo se despidió de
Kyoko con un gesto y siguió su camino a el salón de entrenamiento,
mientras Kyoko caminaba al castillo.
"Kyoko" se
escucho una voz de una anciana al fondo del salón, -¿Okuno-sama?-,
pregunto Kyoko -¡si!, mi pequeña flor-, Kyoko corrió rápidamente y
abrazo a la mujer, quien era su abuela, la abuela de Kyoko era una mujer
que vivía en las montañas del sur, Okuno-sama había salido del palacio
para no encontrarse con terribles males que atormentaban a su familia,
un demonio que vivía persiguiéndola.
-Okuno-sama, no
esperaba que vinieras-,-Tenía que verte, a ti y a la familia, pero
sobre todo... a ti-, la abuela de Kyoko se aparto de ella, dejando una
duda en su corazón "¿sobre todo a mi?", Kyoko no entendió y corrió con
su familia para convivir con su abuela.
Cánticos
extraños comenzaron a sonar por la madrugada, Kyoko tomo su katana,
salio por la ventana y comenzo a moverse entre los tejados del castillo,
hasta donde vio a alguien que tenía una hoguera encendida, bajo
lentamente y vio a su abuela, en posición de flor de loto en el suelo,
parecía que oraba -No te quedes atrás pequeña flor, acércate a tu
abuela-,-Okuno-sama... ¿Qué estás haciendo?-,-Preparándome para el
mal...-, Kyoko se quedo callada, con cara de sorpresa, de forma simple
se comenzaron a escuchar sonidos extraños entre la vegetación del
jardín, -Okuno-sama, Okuno-sama, ¿qué pasa?-, Kyoko sujeto fuerte su
katana, preparándose para lo que venía, mientras su abuela parecía que
estaba petrificada frente a la fogata, -Okuno-sama, Okuno-sama...
¡abuela!- salto de entre la malesa una sombra siniestra dirigida a la
abuela de Kyoko, pero ella con solo sacar su mano lo
detuvo, disolviéndose la sombra como humo, a la par comenzaron a salir
más sombras, atacando a Kyoko, comenzaron a golpearla y rasgar su piel y
sus ropas, Okuno-sama comenzaba a orar con más fuerza, mientras Kyoko
daba golpes a las sombras que la atacaban, de repente la hoguera lanzo
sus llamas hacia el cielo, y Okuno-sama se levanto dando un salto hacía
el cielo, y bajo la luna parecía que luchaba contra algo,
Kyoko recordó las enseñanzas de su abuela, recitando una
oración, comenzó hacer crecer su aura, así Kyoko comenzó a ver a sus
atacantes, una a una las caras de demonios se dejaban ver ante sus ojos,
y así, comenzó a defenderse, terminando con el último, Kyoko se elevo
de un solo salto hacía el cielo donde estaba su abuela, pero mientras lo
hacía, su abuela salía disparada hacía el suelo, y ella preparando su
katana, se lanzó contra el atacante de su abuela -¿Con eso piensas
atacarme chiquilla estupida?-,dijo aquel ser -¡Callate!- grito Kyoko,
y lanzándose contra el con su katana a atacarlo, ese espíritu rompió la
katana en dos, y sujetando a Kyoko del cuello la llevo hasta el
piso, golpeándola brutalmente, -Crees que con tu pequeño espíritu me
detendrás, mujer ingenua- Kyoko sujetaba la mano del espiritu, que no
dejaba ver su rostro tras una mascara, -Dejala Yuu- grito su abuela, y
en ese momento Kyoko recordo que él, era él que tenía atrapado a Isshi,
-¡Maldito!- sacando fuerzas desde el fondo de su corazón, Kyoko lanzó a
Yuu y comenzó a elevarse en el viento para atacarlo, pero de un solo
salto, Yuu comenzo a golpearla de nuevo, pero está vez, elevados en el
viento, ya con el cuerpo casi destrozado y a punto de caer, Kyoko dio su
ultimo aliento, lanzando un golpe al vació Yuu detuvo su puño con
fuerza, descubriéndose el rostro, dejo ver la cara de un hombre muy
guapo, con cabellos largos y negros pero con una mirada penetrante y muy
oscura, -Crees que me vas a vencer, tus ojos son los mismos que los de
ese samurai, tienen la misma forma de esperanza, y así como acabe con
él, voy a acabar contigo- sonrío -Isshi...- dijo Kyoko agachando la
cabeza con desconsuelo, de repente lluvias de flechas comenzaron a ir en
dirección a Yuu, era Uruha y la guardia del palacio, Yuu sonrió, -te
espero princesa, si es que quieres volver a ver a Isshi-, soltando su
mano, dejo caer a Kyoko al suelo, el padre de Kyoko levantaba a
Okuno-sama, mientras Uruha corría desesperadamente a levantar el cuerpo
de Kyoko, tomándola entre sus brazos la llevo al castillo.
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